La Cospec Ltda cuenta con uno de los pocos talleres de La Pampa que realizan el mantenimiento y reparación de transformadores, que permite no solamente acelerar los tiempos para brindar soluciones a los asociados, sino también abaratar considerablemente los costos. El emprendimiento funciona desde hace 24 años, y surgió para dar respuesta  a la necesidad de brindar un mejor servicio en el mantenimiento de las líneas eléctricas rurales.

El taller cuenta con instalaciones propias en la sede de la cooperativa, sobre calle Estanislao Zeballos, adaptadas a las necesidades para realizar este trabajo, donde se desempeña personal idóneo y capacitado para reparar y hacer el mantenimiento de todos los trasformadores de alta y media tensión de las líneas energéticas que tiene la entidad, e incluso también en los casos que requieran las cooperativas vecinas.

El encargado del taller, José Crespo, detalló que anualmente “reparamos mas 30 trasformadores tanto de las líneas rurales como urbanas, y el trabajo más fuerte es en los meses de verano “.

“Hay muy pocos talleres de reparación en todo el país-continuó- y en la provincia de la Pampa solo existen tres de estas características: uno en Santa Rosa, otro en Quemú Quemú y el nuestro en Eduardo Castex”.

El entrevistado reveló que también recibían trabajos de otras localidades como Colonia Barón, Trenel, Winifreda, Bernardo Larroudé y Conhelo, entre otros. “Ahora con la demanda que tenemos en nuestra zona nos dedicamos casi exclusivamente a Eduardo Castex”, indicó.

VISIÓN ESTRATÉGICA

El proyecto surgió a mediados de la década de los noventa por un proyecto presentado por el actual gerente de la Cospec, ingeniero Adrián Brizio. “Armé el proyecto  en la Facultad de Ingeniería, presenté toda la documentación técnica, los parámetros y los cálculos que se requerían para poner en funcionamiento el taller de reparación de trasformadores rurales, que contemplaba una importante inversión en maquinaria y edilicia”, recordó Brizio.

“En ese momento –prosiguió- el gerente Juan Carlos Peirone tuvo una visión estratégica y apoyó este proyecto, porque la cooperativa se encargaba del mantenimiento de las líneas eléctricas rurales mediante el cobro mensual de un canon a los usuarios. Por lo tanto cada vez que se rompían los transformadores la cooperativa tenía que enviarlos a reparar fuera de la localidad y demandaba tiempo e importantes costos.”

Cuando se puso en funcionamiento este emprendimiento, fue muy importante el apoyo y los conocimientos aportados, en ese momento, por el ingeniero Dante Gaute, que se desempeñaba como profesional en la cooperativa y contribuyó a analizar y evaluar el proyecto.

Por otra parte, fue necesario encontrar una persona capacitada que pudiera llevar adelante el emprendimiento. “Así fue que José Crespo un empleado de la cooperativa que tenía formación en un colegio industrial y algo de experiencia aceptó el desafío de capacitarse para este trabajo y se trasformó en un pilar fundamental para su funcionamiento” expreso el gerente.

“Con José y Juan Carlos recorrimos un camino muy largo, desde consultar libros, hacer visitas a fábricas, presenciamos ensayos  y aprendimos a hacer un trabajo que es totalmente artesanal”, definió.

José Crepo es el encargado de llevar adelante el taller desde sus inicios  y de realizar todo el trabajo de reparación y mantenimiento de los equipos.  Se capacito en una fábrica en Buenos Aires y también recibió instrucción en el taller de reparación de trasformadores Junilec, de la ciudad Junín, donde aprendió “los detalles del oficio durante 6 meses, gracias a la predisposición y generosidad de los dueños de ese lugar, que sin egoísmos les permitieron formarse y capacitarse” recordó Brizio.

TRABAJO ARTESANAL

En el taller de la Cospec  se realizan trabajos de mantenimiento de los equipos que funcionan bien, pero cada determinado lapso de tiempo requieren de cambios de aceite, juntas y/o aisladores para que funcionen adecuadamente.

En otras situaciones cuando los trasformadores llegan quemados o averiados se deben reparar totalmente . En esos casos se tiene que hacer un trabajo artesanal, que incluye desarmar los núcleos y las bobinas y volver a rebobinarlos.

El salón donde funciona el taller era un depósito que se fue acondicionando, se compraron  las herramientas y otras se confeccionaron hasta contar con la infraestructura necesaria para realizar las tareas.

 “Compramos una maquina de tratamiento de aceite para sacarle la humedad y los gases que tienen los equipos, en el taller fabricamos una maquina de bobinar, también un espinterómetro que es una artefacto que mide la calidad del aceite y armamos un pequeño laboratorio de ensayos donde una vez concluido el trabajo se hacen una serie de pruebas necesarias antes de ponerlo nuevamente en funcionamiento” detallo Crespo.

El Taller recibe transformadores con una falla y son reacondicionados de manera integral, para la puesta en servicio nuevamente. “Cuando ingresa un equipo se hacen pruebas preliminares para detectar donde está la falla, luego se desencuba, se desarma el núcleo y se elaboran nuevas bobinas, respetando las características del diseño original. Seguidamente se hace una prueba en laboratorio para detectar si funciona correctamente y pasa finalmente al secado en el horno.

“Este trabajo que realizamos en la Cospec nos permite abaratar muchos costos en la atención de las líneas eléctricas, acelerar los tiempos de trabajos y brindar un mejor servicio a los asociados”, destacaron los entrevistados.